lunes, 19 de agosto de 2019

" Polonia,mi familia vivió alli,los 30 y los 40"

Testimonio.
Desde el 2012 mirando europa.....


"........,pero aprendi muchisimo del pueblo de los abuelos: Karelicze,donde queda exactamente y toda la historia. Queda a 130 Km de Vilna pero ya es Belarus y no Lituania. Antes de la guerra todo eso era Polonia y en la epoca que el abuelo llego a la Argentina vivian alli 3200 judios.
Cuando estuvimos en Indianapolis encontramos a un tipo que era del pueblo y era uno de los 20 que se escaparon y se reunieron con los Partizanos en elos bosques, Fueron los unicos que se salvaron. Bueno hay muccho material en el Internet,fuera del libro sobre el pueblo del abuelo que mamy una vez metrajo.
La verdad es que de pronto me senti muy cerca y me di cuenta que la mama del abuelo,a quien mataron con sus dos nietos alli en los bosques,es como Mamy con respecto a los chicos de Lily,es decir algo no tan lejano. Bueno te podes imaginar que el holocausto y la guerra es en Israel algo que se vive mucho mas intensamente que en cualquier otro lugar!

jueves, 4 de abril de 2019

El arte de aprender a olvidarse de uno mismo."Ser Lento"

Ser "lento" el arte de aprender a olvidarse de uno mismo

Pablo Gianera


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3 de abril de 2019 
En 2001, cuando todavía las redes sociales y el WhatsApp no nos habían envenenado la vida con urgencias ilusorias, el teólogo y psicoanalista sueco Owe Wikström publicó un ensayo -rápido best seller en su país y un poco anterior al libro de Carl Honoré- que terminaría de encontrar su plenitud casi veinte años después: El elogio de la lentitud. La promesa de una vida sin prisa.


Wikström empieza con esa idea del filósofo Walter Benjamin según la cual las arrugas de la cara son señas de los sufrimientos que querían afligirnos y que eludimos por habernos apurado a salir de casa. No hay absurdo: el sufrimiento es experiencia y, sin él, también el sentido de las cosas se evapora. No conviene olvidar que la alegría procede igualmente de la comprensión del carácter provisorio de todas las cosas, aun de nuestra miseria.


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San Agustín hizo notar que estamos siempre inquietos hasta que descansemos en Dios. La perspectiva de Wikström, que no está destinada a creyentes, tiene la precaución de no confundir las agitaciones momentáneas con esa inquietud serena, orientada a un tiempo no humano. "Nos arrebatan de nosotros mismos todo el tiempo", dice Wikström. Podríamos agregar: dejamos de estar en nosotros cuando nos arrebatan la medida de nuestro propio tiempo. No parece haber más que una única defensa posible "Siguiendo el ideal conventual: levantar un muro entre la realidad y nosotros y, detrás de ese muro, elegir en qué queremos concentrarnos". Es lo mismo que se llama recogimiento o retiro espiritual. Más que en lentitud, hay que pensar en kairós, esa palabra griega que indicaba el tiempo propicio, aquel en el que los más importante sucede.

Pero no es imperioso irse del mundo. "Los equipos de música pueden ser los 'altares' de la vida doméstica", dice Wikström. El arte está más cerca de la propedéutica que del consuelo. Así hay que entender las "divinas larguras" que Schumann detectó en las últimas sonatas de Schubert; el dédalo de la frase de Proust, colmada de subordinadas, o el abismo cromático de las pinturas tardías de Pierre Bonnard. La lentitud no es duración; es disposición contemplativa.


Volvamos a Wikström: "Afirmar que recibimos cuando damos, que nos conquistamos a nosotros mismos cuando nos olvidamos de nosotros, o que heredamos la vida al morir no es solo impopular sino extraño, tanto en la época del colectivismo adiestrado como en la del individualismo narcisista".

El arte "lento", propicio -¿qué arte en serio no lo es?- da trabajo, nos fuerza a entregarnos, a morir para nosotros mismos.

Por: Pablo Gianera

domingo, 10 de febrero de 2019

Pierre Bourdiu-(estructuras simbólicas) Campos

Pierre Bourdieu - Cultura del Poder




PREMISAS Y CONCEPTOS BASICOS 
en la sociologia de Pierre Bourdieu 

Fernando Vizcarra


link de acceso al trabajo completo



La teoría de los campos de Pierre Bourdieu se fundamenta en la idea de que existen leyes generales de funcionamiento de la sociedad que se pueden analizar independientemente de las características particulares de los individuos. Para ello, a partir de algunos preceptos esenciales del marxismo, Bourdieu reconoce que el mundo social esta condicionado por 

"... ...estructuras objetivas, independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes, que son capaces de orientar o de coaccionar sus practicas o sus representaciones (Bourdieu, 2000": 127),



 y propone el concepto de campo no solo como un esquema básico de ordenamiento de las realidades sociales y particularmente culturales y simbólicas, sino tambien como una herramienta de recorte metodológico. 
Si bien es oportuno reconocer, entonces, que su teoría sociológica responde a premisas centrales del marxismo, como la concepción de que la sociedad esta estructurada en clases y que las relaciones sociales son relaciones de lucha, sus trabajos incorporan, sin embargo, otras perspectivas teóricas originales enfocadas a estudiar los sistemas simbólicos.

martes, 22 de enero de 2019

Historias de amor. Por Alejandro Dolina

HISTORIAS DE AMOR (Por Alejandro Dolína)

El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no esta en casi ninguna parte. Sin embargo, en medio de las infinitas desolaciones hay una buena noticia: el amor. Los Hombres Sensibles de Flores tomaban ese rumbo cuando querían explicar el cosmos. Y hasta los Refutadores de Leyendas tuvieron que admitir casi sin reservas, que el amor existe. Eso si, nadie debe confundir el amor con la dicha. Al contrario: a veces se piensa que amor y pena son una misma cosa. Especialmente en el barrio del Ángel Gris, que es también el barrio del desencuentro. Las historias amorosas de los tiempos dorados son casi siempre tristes. Esto no basta para afirmar que todos los romances fueron desdichados: sucede -tal vez- que el arte necesita nostalgia. No se puede ser artista si no se ha perdido algo.
Los poemas de amor satisfecho aparecen como una compadrada de mercaderes afortunados. Por eso los poetas de Flores buscaban el desengaño, porque pensaban que cerca de el andaba el verso perfecto.
Casi todos quedaban en la mitad del camino. Manuel Mandeb veía las cosas de un modo mas complicado. Admitía que la pena de amor conducía al arte. Pero también sostenía que el propósito final del arte es el amor. La recompensa del artista es ser amado. Así parecía opinar Ives Castagnino, el músico de Palermo, quien componía valses melancólicos al solo efecto de seducir señoritas. Cuando no lo lograba, su tristeza le dictaba otras canciones que mas tarde le servían para deslumbrar señoritas nuevas y así recomenzaba el círculo. Algunos muchachos sin vocación artística trataban de merecer a las damas cultivando las ciencias, la bondad, el coraje, la riqueza o la extorsión. Los autores de aforismos extrajeron de estas realidades una conclusión modesta: si no fuera por el amor, nadie haría gran cosa. Las muchachas beligerantes podían objetar que estos pensamientos parecen reservados a la conducta masculina. Al respecto,
Mandeb creía que las mujeres hacían de ellas mismas un hecho artístico.

El polígrafo de Flores, en un rapto de arbitrariedad, llego a establecer un orden de cualidades, según su eficacia para enamorar.
Coloco en primer lugar la belleza y luego la juventud, aclarando que estas dos virtudes son tal vez una sola. Después ubico las condiciones espirituales: inteligencia y bondad. En último termino, el poder y el dinero. Muchedumbres de feos de cierta edad polemizaron con Mandeb reclamando el derecho a ser amados por su limpieza, trayectoria comercial o apellido ilustre. De todos modos, para este oscuro pensador, el amor era una flor exótica cuyo hallazgo ocurría muy pocas veces.

- De cada mil personas que pasen por esa puerta -decía- acaso nos conmueva solamente una. Del mismo modo, quizás solo una entre las mil tenga a bien impresionarse con nosotros. La cuenta es sencilla: sin contar percepciones engañosas y desilusiones posteriores, la posibilidad de un amor correspondido es de una en un millón. No esta tan mal, después de todo.
Pero dejemos la pura especulación de los espíritus obtusos de Flores.
Mucho más interesante es saber como amaron realmente. Para ellos habremos de transcribir algunas historias que presumen de veraces y que han llegado hasta nosotros por avenidas literarias o por oscuros atajos confidenciales.